Creacionismo: cómo fomentar sin complejos la estupidez

Hay una página web que suelo frecuentar en mi intento de tener una visión más amplia acerca del Islam y de lo que piensan los musulmanes moderados que viven en Europa, y especialmente de los españoles. Esa página se llama WebIslam y se considera a sí misma el portal de referencia de los musulmanes hispano-parlantes.

Mi opinión acerca de ella varía notablemente de una vez para otra, dependiendo de lo que publican así como de la forma en que lo presentan. Siendo una página confesional musulmana, la orientación religiosa marca casi por completo el contenido. Sus opiniones, fuertemente anti-americanas, se contrarrestan en parte con un espíritu crítico hacia el terrorismo de corte islamista. Digamos simplemente que lo que más me acostumbra a sorprender es el grado de negación de los hechos del que suele hacer gala. A modo de ejemplo, en sus titulares cuestionaron que fueran ciertos los planes descubiertos en agosto para atentar contra aviones en ruta hacia Estados Unidos por obra y gracia de varios presuntos islamistas suicidas portando en sus equipajes de mano líquidos con los que fabricar explosivos caseros. Cuando días después trascendió la noticia de que la policía británica había encontrado ya grabados los vídeos de varios de los detenidos justificando su “martirio” (prueba irrefutable de que los planes eran ciertos), WebIslam sustituyó las negaciones anteriores básicamente por silencio.

En la sección de Opinión (que no en la de Ciencia) se publicó el día 11 de este mes un artículo titulado “Creacionismo versus Evolución”, obra de un tal Jorge Gascó Vañó, aparentemente un español converso al Islam, valenciano por más señas. Aún siendo un artículo personal de opinión, la página web no está libre de responsabilidad, ya que ciertamente lo es del contenido que ofrece a sus lectores. Se dirá que se ha de permitir que se expresen diversas tendencias de pensamiento presentes en la sociedad, y que las opiniones del Sr. Gascó reflejan, no ya lo que piensan muchos musulmanes, sino simplemente muchos ciudadanos de las más variadas orientaciones religiosas o existenciales. Pero esto no es, en mi opinión, exactamente así. La teoría de la Evolución, a pesar de su nombre común, no es científicamente una teoría, sino un principio o evidencia.

En su artículo, el tal Sr. Gascó contraponía la Evolución con el creacionismo, también llamado a veces “diseño inteligente” porque en esta materia es importante revestir esas ideas pseudo-científicas de un lenguaje técnico que ayude al engaño. Se expresaba de esta manera acerca de la Evolución:

(...) encontramos que esta absurda teoria, se enseña en colegios y universidades de forma totalitaria y exclusivista, como si fuera la única posibilidad aceptable, incluso cómo un hecho, dejando de lado la muchísimo mas coherente y plausible teoria del Creacionismo.

¿Porqué ocurre esto? la razón es al tiempo política y postraumática.

Política, porque sirve para justificar las estructuras de un modelo de civilización perversa, que pretende rebajar al hombre al estatus de animal y dar validez por tanto, a comportamientos de naturaleza tal, como la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia, la pereza y otras pésimas "joyas" del carácter, que parten y retornan desde la esclavitud de los sentidos (culto al cuerpo) pieza clave de la manipulación humana. En otras palabras: una forma sutil y diabólica de dominación, que por lo demás, es el caldo de cultivo ideal para guerras y genocidios, si no lo entiende usted, le recomiendo la lectura de clásicos griegos como "La Ilíada" o la "Enéida" donde podrá observar el "modus operandi" del ser humano bajo estos influjos y este modelo de civilización (...)”


Me he quedado asombrado leyendo esto. Según él, además de que nuestra civilización es perversa (suponemos que otras basadas en “otras ideas” son menos “perversas”), las personas que aceptan o defienden la evolución lo hacen para justificar “la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia, la pereza y otras pésimas "joyas" del carácter”, y no porque hayan sobradas pruebas que sustenten esta teoría. Parece ser que leyendo la Ilíada y la Odisea lo entenderemos porque por lo visto Occidente ha sido ya perverso desde el mismo comienzo, pero mucho me temo que es él quien no ha entendido nada leyendo estos u otros libros.

Pero él continua:
“Postraumática, porque refleja la situación de opresión y censura, que el mundo científico sufrió en los siglos pasados bajo el poder del antiguo catolicismo romano, con sus hogueras y demás crímenes, lo cual les mueve inconscientemente (a los científicos evolucionistas) a negar por sistema la existéncia de Dios, conducta evidéntemente anti científica, ya que relega el sentido común en favor del visceralismo y la especulación infundada, descartando lo plausible sin razonamiento. Los científicos deberían de estar por encima de estas influencias, y de hecho, muchos lo están y los que no, es que olvidaron serlo, porque "creen" en el evolucionismo.”


El conjunto de la comunidad científica acepta como algo probado la teoría de la evolución, y los únicos reproches que se le hacen es que hay algunos factores más que tener en cuenta (y que no se conocían en tiempos de Darwin) para explicar correctamente los mecanismos que la regulan y la impulsan. Decir que los científicos que la aceptan se olvidaron de serlo me parece la más increíble de todas las afirmaciones del artículo. Resulta curioso, además, que según el autor los científicos que niegan la mano de Dios no lo hacen porque no la vean sino porque hace siglos les persiguió la Inquisición, como hoy lo hacen otras autoridades religiosas en otros países del mundo, pongamos por ejemplo Arabia Saudí.

“Resulta evidente que una inteligencia que deja pequeño lo genial y sublime, alguien que está extremadamente por encima de nuestra capacidad, ha diseñado las formas de vida y las ha implantado. Esto es lo único que una lógica séria permite deducir de los hechos.”


Esto es lo único que una lógica seria permite deducir”. Los que no han llegado a esta conclusión sin duda no son serios, ni siquiera auténticos científicos. Infortunadamente parece que son bastantes en todo el mundo, empezando por los más destacados en sus especialidades. Aunque ya se sabe, están traumatizados por la persecución de la Inquisición católica, especialmente aquellos que provienen de países que no la sufrieron jamás, como por ejemplo los científicos americanos.

El buen señor sigue adelante:
“Podríamos ahora divagar sobre física cuántica y alcanzar algunas conclusiones sobre lo que es en realidad el tiempo, pero la mayoría de lectores se perderia en el camino por la complejidad del tema. También quizá séa un pecado pretender demostrar a Dios, no lo acabo de saber... pero lo que si sé, es que la teoria de la Evolución es un disparate intragable, como acabo de poner en evidencia. No está bien que se eduque a nadie dándole como aceptable algo que carece de lógica científica, esa teoria, debería ser retirada de los libros de texto y de las aulas, eso por lo menos, seria lo correcto, pero... en este mundo, uno ya sabe que las cosas no funcionan así.”


Bueno, de momento no funcionan así, pero si a este señor y a otros como él les dejan sí que acabaran funcionando así, para satisfacción de los “verdaderos científicos”. Me parece cómico que en este párrafo haya deslizado una frase en la que amenaza con "alcanzar algunas conclusiones sobre lo que es en realidad el tiempo”. Al parecer él si que lo sabe y Stephen Hawking está perdiendo el idem tontamente.

No importa realmente lo que dice este artículo y las palabras que ha usado. Lo grave es que cada vez resulta más fácil encontrar defensas de la supuesta teoría creacionista, que se difunde sin cesar. Me parece importante que, de una manera más activa, se produzcan reacciones cada vez que medios públicos, más o menos serios, le dan cabida o impulsan de una u otra forma su divulgación.

No únicamente impulsan la ignorancia. Hacen algo mucho más grave, porque difunden la estupidez. Si no defendemos un espacio de libertad para la ciencia en el que sea posible investigar, interpretar y difundir la información, nos encontraremos cada vez más con un modelo en el que siempre que la ciencia se encamine hacia informaciones que contradigan postulados teológicos se vea obligada a detenerse o a silenciar sus investigaciones por miedo a las reacciones. No veo nada de malo en que las personas que tienen creencias religiosas piensen que fue Dios quien creo todo y que el camino que ha seguido la Creación es el dispuesto desde el inicio por un supuesto Creador. Pero de ahí a afirmarlo como una teoría científica que deba explicarse como tal en las escuelas, así como la negación de cualquier opinión científica que lo contradiga aunque esté suficientemente fundada, me parece algo intolerable.

Hay razones para alarmarse. Según un estudio de la revista Science (2005) Estados Unidos (uno de los países siempre en vanguardia en la investigación científica) es, junto con Turquía, el que mostraba un rechazo mayor a aceptar la Evolución como un hecho probado científicamente, de un total de 34 países occidentales estudiados. El presidente George Bush, que es metodista, es uno de sus más significados detractores.

Por una vez, la Iglesia católica, escarmentada por fin de antiguos errores como el famoso caso de Galileo Galilei, ha aceptado la Evolución como la forma en la que Dios puede haber decidido desarrollar su creación. El propio Juan Pablo II declaró que había que considerarla como “algo más que una teoría” (si bien Benedicto XVI parece tener opiniones distintas).

Según informaba hace unos meses la BBC, cada vez resultan más comunes en los exámenes de muchos alumnos, incluso de nivel universitario, las negaciones deshinibidas y llenas de aplomo sobre la veracidad de la Evolución, basadas en la Biblia o el Corán. Yo me preguntaba mientras lo leía cuál sería la reacción de estos alumnos si eran suspendidos. ¿Se atreverían a decir que se les ha perseguido por sus ideas religiosas? Sospecho que muchos de ellos no vacilarían ni un momento en decir que sí.

Cierta forma de entender la religión está regresando, aunque realmente nunca se fue. Y se puede seguir su paso con claridad, porque con ella retrocede la luz y avanza la oscuridad.

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