Quiero ser ayatolá

Quiero ser ayatolá. Quiero ser mezquino, cruel y sádico, y que todo el mundo llame a eso “virtud”. Quiero ejecutar a quien me estorbe. Quiero tener el poder. Quiero lanzar fatuas según me parezca. Quiero ser ayatolá.

Quiero ser ayatolá. Quiero que el pasado sea el futuro. Quiero no saber absolutamente nada y pretender que lo sé todo porque he estudiado religión. Quiero fingir que soy la luz mientras soy la oscuridad. Quiero usar la tecnología que yo no sé crear para imponer una Edad Media obligatoria y general. Quiero que la Ciencia no contradiga mis delirios. Quiero ser ayatolá.

Quiero ejecutar homosexuales y adúlteras en el nombre de mi religión y exigir respeto a mis creencias después. Quiero fomentar la violencia en el mundo y explicar que la culpa es siempre de los demás. Quiero prohibir a Freud y a Rushdie. Que lo que yo pienso sea obligatorio. Vigilar el comportamiento y los pensamientos de los demás. Quiero ser ayatolá.

Quiero el regreso del Mahdi y que llegue el fin del mundo. Quiero contribuir al Apocalipsis y que todo se acabe para todos ya. Yo sé que no importa: yo tendré un sitio de honor en el paraíso. Yo quiero ser ayatolá.