Jaque a un Premio Nobel
Una organización ortodoxa rusa (en realidad la propia Iglesia Ortodoxa actuando encubiertamente) está intentando que el Premio Nobel de Física Vitali Ginzburg sea procesado legalmente bajo la acusación de "promover el odio religioso". ¿Cual ha sido exactamente su crimen? Pues haber pronunciado la siguiente frase durante una entrevista: "Al enseñar religión en las escuelas estos canallas de iglesia quieren atrapar las almas de los niños".
En realidad, parece ser que el verdadero delito consistió en haber firmado un manifiesto junto con otro Premio Nobel (Jaurés Alfiórov) y 7 científicos más, contra la enseñanza en los colegios rusos de la asignatura "Bases de la cultura ortodoxa" (que al parecer es un nuevo intento de la Iglesia Ortodoxa de incluir en las escuelas la asignatura de religión bajo otro nombre). Además Ginzburg tiene una particularidad que le distingue del resto de los firmantes del manifiesto: él no es “100 % ruso” sino que es un ciudadano ruso de origen judío.
Nunca dejarán de sorprenderme cierta clase de devotos, nada proclives a conservar ni siquiera un cierto sentido del pudor y del ridículo. Lobos cuando se cuestionan sus creencias, borregos cuando no encuentran obstáculos, parece que casi nunca encuentran el momento de ser simplemente seres racionales. La racionalidad está, ciertamente, reñida con su religión. Con cualquier religión.
En realidad, parece ser que el verdadero delito consistió en haber firmado un manifiesto junto con otro Premio Nobel (Jaurés Alfiórov) y 7 científicos más, contra la enseñanza en los colegios rusos de la asignatura "Bases de la cultura ortodoxa" (que al parecer es un nuevo intento de la Iglesia Ortodoxa de incluir en las escuelas la asignatura de religión bajo otro nombre). Además Ginzburg tiene una particularidad que le distingue del resto de los firmantes del manifiesto: él no es “100 % ruso” sino que es un ciudadano ruso de origen judío.
Nunca dejarán de sorprenderme cierta clase de devotos, nada proclives a conservar ni siquiera un cierto sentido del pudor y del ridículo. Lobos cuando se cuestionan sus creencias, borregos cuando no encuentran obstáculos, parece que casi nunca encuentran el momento de ser simplemente seres racionales. La racionalidad está, ciertamente, reñida con su religión. Con cualquier religión.
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