Agitando las alas para volar
Estoy excitado y un poco nervioso. Parece mentira pero por fin ha llegado: mañana empezaré de nuevo a viajar. Una pequeña escapada a Roma puede parecer trivial pero para mí es importante, casi como un símbolo de que la vida y cierta normalidad aún son posibles.
Viajar es un poco como una droga para todos aquellos que amamos estar en movimiento, y un período de unos cuantos meses sin hacerlo puede acabar produciendo auténtica ansiedad. Pero mañana tendré ocasión de comenzar a saciar mi sed. Y al mismo tiempo conseguiré recuperar, aunque sólo sea brevemente, la sensación de sentirme libre. Viajar es vivir una vida más auténtica, porque hace que se parezca más a la vida soñada y sentida.
Viajar es un poco como una droga para todos aquellos que amamos estar en movimiento, y un período de unos cuantos meses sin hacerlo puede acabar produciendo auténtica ansiedad. Pero mañana tendré ocasión de comenzar a saciar mi sed. Y al mismo tiempo conseguiré recuperar, aunque sólo sea brevemente, la sensación de sentirme libre. Viajar es vivir una vida más auténtica, porque hace que se parezca más a la vida soñada y sentida.
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