Kapuscinski, “falsa figura de prestigio”

El gobierno de extrema derecha polaco que presiden los hermanos gemelos Kaczynski ha comenzado a arrojar fango sobre la memoria de Kapuscinski, al que acusan de haber colaborado con los servicios secretos polacos durante la época comunista. El propio periodista había ya explicado que redactaba tres trabajos diferentes de sus reportajes, para tres “clientes” diferentes: la agencia polaca de noticias para la que trabajaba, los servicios secretos que querían usarle como fuente de información, y él mismo, pensando en los libros que deseaba escribir.

Dada la orientación ideológica del gobierno de los hermanos Kaczynski y la persecución contra los homosexuales polacos que ha desatado (a mayor gloria de Dios y de la Iglesia Católica que le anima y le apoya), no soy la persona más adecuada para escribir con objetividad acerca de esta noticia, pero no deja de llamarme extraordinariamente la atención el uso de la expresión "falsas figuras de prestigio" para referirse a Kapuscinski. Cuando pienso en la contribución de Polonia a la cultura europea en la segunda mitad del siglo XX pienso inevitablemente en él. Cuando se tiene la oportunidad de leer alguno de sus libros se llega a la conclusión de que si no se hubiera inventado con anterioridad la palabra “humanista” se hubiera tenido que acuñar para él, y por más de un motivo. ¿Acaso es Kapuscinski una falsa figura de prestigio? ¿Cuál es el mayor prestigio de Polonia? ¿Los hermanos Kaczynski?