Nicolás Sarkozy perdió 57 familiares en la Shoá
En el blog de Pilar Rahola he leído una noticia que desconocía y que me ha sorprendido grandemente. La transcribo aquí para conservarla, aunque ignoro de qué fuente la copió ella, pues no la menciona o yo no la he visto:
En el siglo XV, la familia Mallah (en hebreo: mensajero o ángel) escapó de la inquisición española a Provence, Francia y cerca de cien años después llegó a Salónica. En Grecia, varios miembros de la familia fueron prominentes líderes sionistas, activos en la vida política, económica, social y cultural local y nacional. Hoy en día mucho Mallahs siguen siendo sionistas activos alrededor del mundo.
El abuelo de Sarkozy, Aaron Mallah, apodado Beniko, nació en 1890. Su tío, Moshe, era un rabino muy conocido y un sionista devoto que, en 1898 publicó y corrigió el “EL Avenir”, principal documento del movimiento nacional sionista en la Grecia de ese entonces. Su primo, Asher, era senador en el senado griego y en 1912 ayudó a garantizar el establecimiento del Technion, la universidad tecnológica de la élite en Haifa, Israel. En 1919 lo eligieron como el primer presidente de la federación sionista de Grecia y él dirigió el Consejo Sionista por varios años. En los años 30 ayudó a judíos a huir a Israel, lugar al que el mismo emigró en 1934.
Otro de los primos de Beniko, Peppo Mallah, era un filántropo de las causas judías y en el año 1920 el parlamento griego le ofreció la posibilidad de ser Ministro de Finanzas, pero el no acepó tal designación. Después del establecimiento del Estado de Israel Peppo Mallah se encargó del envió del primer diplomático del país a Grecia.
En 1917 un gran incendio destruyó gran parte de Salónica y la familia Mallah se vio seriamente dañada. Muchas propiedades pertenecientes a familias judías fueron expropiadas por el gobierno griego, incluidas las de los Mallah. Parte de la población judía emigró de Grecia y muchas familias de Salónica, incluidos algunos de los Mallah, abandonaron el país para viajar a Francia, América e Israel.
El abuelo de Sarkozy, Beniko, emigró a Francia donde se convirtió al catolicismo y cambió su nombre a Benedicto para casarse con una francesa cristiana llamada Adéle Bouvier. Adèle y Benedicto tuvieron dos hijas, Susanne y Andrée. Aunque Benedicto se integró completamente a la sociedad francesa, nunca dejó de permanecer cerca de su familia, origen y cultura judíos. Durante la Segunda Guerra Mundial él y su familia se ocultaron en la Croisille en la región de Corrèze, Francia occidental de Marcillac.
Durante el Holocausto, muchos de los Mallahs que quedaron en Salónica o que se establecieron en Francia, fueron deportados a los campos de concentración y de exterminio. En total, cincuenta y siete miembros de la familia fueron asesinados por los nazis. Los testimonios revelan que muchos de ellos se rebelaron y que Buena Mallah, fue usada para experimentos médicos en el campo de concentración de Birkenau.
En el año 1950, la hija de Benedicto, Andrée, se casó con Pal Nagy Bosca y Sarkozy, descendiente de una aristocrática familia húngara. Tuvieron tres hijos, Nicolás fue el menor. En el año 1960 el matrimonio se disolvió y Andrée crió a sus tres hijos junto a Benedicto. Nicolás estuvo siempre muy cerca de su abuelo a quien consideraba casi un padre y por quien sintió una gran admiración.
Pasaba horas con el, escuchando sus historias sobre la ocupación nazi, sobre la resistencia francesa, sobre De Gaulle y el Desembarco de Normandía. Nicolás recibió de su abuelo sus convicciones políticas. La familia Sarkozy vivió en París hasta la muerte de Benedicto en el año 1972, después de lo cual se trasladaron a Neuilly-sur-Jábega para estar más cerca del padre de los muchachos.
Nicolás tuvo que vender flores y helados para pagar sus estudios. Sin embargo, la fascinación por la política lo llevó a ser el alcalde más joven del pueblo, cargo que ocupó durante 20 años.
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