Un sueño
A veces sueño que dentro de muchos, realmente muchos siglos, otros seres, también humanos aunque diferentes de nosotros, consiguen vencer a la muerte e incluso aprenden a ir más allá de salvar su propia existencia: descubren cómo traer de vuelta a aquellos que se fueron, por mucho tiempo que haya pasado.
Emprenden entonces, en medio de la mayor de las polémicas y casi de la violencia, un proyecto que estiman por ajustada mayoría como un deber moral inexcusable y un acto de justicia con todos los seres humanos que jamás hayan existido: hacernos partícipes a todos de su victoria y resucitarnos. A todos, hombres y mujeres, justos o asesinos, jóvenes o viejos al morir, admirables o despreciables. A todos, a toda la Humanidad. Y soñaron con llamar al Universo simplemente Paraíso.
Emprenden entonces, en medio de la mayor de las polémicas y casi de la violencia, un proyecto que estiman por ajustada mayoría como un deber moral inexcusable y un acto de justicia con todos los seres humanos que jamás hayan existido: hacernos partícipes a todos de su victoria y resucitarnos. A todos, hombres y mujeres, justos o asesinos, jóvenes o viejos al morir, admirables o despreciables. A todos, a toda la Humanidad. Y soñaron con llamar al Universo simplemente Paraíso.