Trece años atrás, supliqué que la dejarán junto a mí, fuera cual fuese el precio a pagar. Cuando dejé de luchar para que siguiera conmigo, me privaron de ella como quien retira un juguete que ya no se desea. Pero yo la amaba. Te quiero, mamá. De mi corazón no pueden retirarte sin matarme a mí. Si tras esta vida hay aniquilación, algún día me uniré a ti en esa aniquilación. Si tras esta vida hay alguna posibilidad de volverte a ver, ¡¡por favor, no me aparteis de ella!!

Entradas populares